La Habana (PL).- El fútbol mundial tendrá próximamente un nuevo plato que disfrutar cuando Europa estrene a partir del próximo año la Nations League o Liga de Naciones, un torneo que alternará con la tradicional Eurocopa.
Con esta nueva competición de la Unión de Asociaciones Europeas de Fútbol (UEFA, por sus siglas en francés), el no por gusto llamado «más universal de los deportes» ha dado un nuevo paso evolutivo en busca de la trascendencia y popularidad.
De acuerdo con los organizadores, con la puesta en marcha de esa competencia, un certamen que parece sacado de un juego de Play Station, se pretende mejorar la calidad y el prestigio del juego entre selecciones nacionales, pues cada vez son más los que critican la celebración de amistosos intrascendentes.
Tras varios años en la mesa de negociaciones, la novedosa lid fue formalmente aprobada en el último congreso del organismo europeo en septiembre.
En la justa comparecerán las 55 federaciones de ese continente, las cuales serán divididas en cuatro llaves según el ranking que la entidad emita el 11 de octubre, justo después de la última jornada eliminatoria para el Mundial de Rusia-2018.
Una de sus características fundamentales será el sistema de descensos y ascensos de un grupo hacia otro luego de cada ciclo, ya que la idea es evitar el choque entre planteles de nivel disparejo.
El sorteo tendrá lugar el 24 de enero próximo en la ciudad suiza de Lausana y la competición arrancará justo después de la cita del orbe, con partidos dobles, a disputarse en septiembre, octubre y noviembre de ese año.
Los cuatros primeros de cada apartado disputarán en uno de esos países la fase final programada para junio de 2019, con un formato diferente al tradicional, una suerte de «final four», como en la Euroliga de baloncesto, que le imprimirá una espectacularidad única.
¿Y LA EUROCOPA?
Dentro de los principales atractivos está su incidencia directa en la fase final de la Eurocopa, aunque el segundo evento futbolístico a nivel de selecciones más seguido del planeta continuará celebrándose como hasta ahora.
Los primeros 20 de cupos se dirimirán en las jornadas clasificatorias habituales, otorgando dos billetes a cada uno de los 10 aparatados.
Sin embargo, en esta ocasión la batalla comenzará en marzo del año siguiente al Mundial y nadie ostentará pasaje directo, al menos para el edición de 2020, cuya sede será compartida entre 13 naciones.
Lo novedoso radica en que los cuatro boletos restantes saldrán de los casilleros originales de la nueva justa.
De cada uno de ellos, donde habrá entre 12 y 15 participantes, se conformará un subgrupo con el cuarteto de mejor ubicados según el coeficiente UEFA.
Y a través de un sistema de play offs se buscará un vencedor independiente, el cual obtendrá su ticket para la Euro.
Si se diera el caso de que uno de los preelegidos para esa ronda ya hubiese asegurado su presencia en la cita continental mediante las eliminatorias tradicionales, entonces se le daría paso al siguiente ubicado de la división correspondiente.
EL VERDADERO ATRACTIVO
A pesar del aliciente competitivo que traerá la Nations League al Viejo Continente, con dos titulares europeos entre cada ciclo mundialista, sería ingenuo obviar las jugosas ganancias para todos los implicados.
Dicho en otras palabras, el desarrollo del evento será un negocio redondo, donde saldrán «felices» federativos, selecciones y hasta los propios jugadores.
De hecho, la fase final, más allá de otorgar una nueva corona, ha sido altamente promocionada por el monto económico que repartirá entre los que lleguen hasta allí.
Será, sin dudas, un experimento a todos los niveles, que de tener éxito podría cambiar la forma en que concebimos este deporte a nivel de selecciones.
Liga de Naciones de Europa: un nuevo paso en la evolución del fútbol
Por Raúl Alejandro del Pino Salfrán